El caso es que se despistaron, se les echó la noche encima y, en su búsqueda de una playa para desembarcar, terminaron a diez millas de distancia del lugar al que querían llegar.
Al final, el actor pidió ayuda a gritos al servicio de guardacostas que patrullaba la zona alrededor de las 10 de la noche.
En fin, que no se puede salir sin VHF ni aunque seas Master and Commander. Así dio la noticia la NBC.