Remueve las tapas de los compartimentos si lo vas a guardar durante una temporada larga. Así se ventilan los
compartimentos y se previene el olor a moho y humedad. Al quitar las tapas la goma se relaja y retiene mejor su forma original, lo que ayuda a que estén herméticas cuando las utilices la próxima vez.
Evita que al kayak le de la luz solar directa para conservar mejor los elásticos y las líneas de vida de cubierta. También evita que el pigmento del gelcoat se decolore debido a los rayos UV. Los rayos UV causarán que distintos colores se decoloren a diferentes velocidades, perdiendo el brillo superficial (Nota: esto pasa después de unos años).
En caso de que no estés seguro o la lona no transpire, utilízala sólo durante periodos cortos de tiempo, y quítala y seca tanto el kayak como la lona si ves que se forma condensación bajo ella.
Idealmente, si la lona no transpira, cuélgala de manera que no toque el kayak, asegurando así que tiene buena ventilación.La mejor solución para guardar el kayak es tenerlo dentro de un garaje o cobertizo. Esto generalmente reduce la humedad dentro y alrededor del kayak, y lo protege de los rayos UV.
Si dejas el kayak sobre el suelo, utiliza tacos de espuma de densidad media como cunas sobre los cuales asentarlo. Las cunas deben colocarse directamente bajo los mamparos de proa y popa para evitar la presión y posible distorsión del casco.
Si se cuelga el kayak del techo sobre cinchas, posiciona las cinchas bajo los mamparos, de nuevo para minimizar la presión y distorsión.
Si vas a colocar el kayak sobre un par de caballetes o sobre estantes en la pared, coloca el kayak invertido sobre los huecos de los tambuchos de proa y popa (habiendo quitado antes las tapas). Si colocas el kayak sobre estos huecos, que están reforzados, evitas la deformación del casco o cubierta.